Cantinas legendarias del Centro Histórico de Tegucigalpa
Los bares y cantinas son espacios agradables de permanencia obligada para devotos y comensales ocasionales (o asiduos), también son un imán elocuente para turistas nacionales y extranjeros, pues en ellos tienen la oportunidad de observar las más puras manifestaciones culturales e idiosincráticas de la condición humana, además de escuchar comentarios sobre leyes y fútbol, arte y política, romances y religión.
Algunas cantinas solapan historias, otras, secretos jamás oídos. Bastante se cuenta de los estancos capitalinos, donde no solo se bebe, sino que también se come, a veces de gratis, a veces barato, aunque casi siempre, rico. Cada cantina es singular y posee características que la vuelven única, sobre todo, ideal para alcanzar un excelso estado anímico del alma como para quitarse una goma.
En consecuencia, después de un comentario surgido en un Taller de Periodismo con Alfonso Armada y en vista de que ningún medio tradicional se atrevería, no, lo haría, por aquello de «promover la moral y las buenas costumbres»- decidí recorrer los principales tugurios, cantinas, bebederos, chupaderos, karaokes, tabernas, polleras disfrazadas, bares y cafés del Centro Histórico de Tegucigalpa.
Conozcamos, pues, algunos de sus metederos más frecuentados y famosos donde amén de degustar los buenos yuscaranes, rones plata, tatascanes y de la siempre cálida compañía de las amistades, podremos saber más sobre su valor histórico y cultural.
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